Una de cada cuatro mujeres españolas sufre incontinencia urinaria. Sin embargo, el 80% de ellas nunca lo ha consultado con un especialista, bien por considerarlo una consecuencia inevitable de la edad o bien por vergüenza. Pero la incontinencia no sólo afecta a personas de edad avanzada, sino que existen distintos tipos de incontinencia urinaria y pueden afectar a cualquier persona por distintos motivos.
Por ejemplo, una de cada cuatro mujeres embarazadas sufre pérdidas de orina, especialmente durante el último trimestre
Debemos de dejar atrás los tabús y pensar en positivo, ya que la incontinencia urinaria es un problema que se puede tratar y prevenir en la mayoría de los casos.
Qué tipos de incontinencia urinaria existen
Cualquier pérdida involuntaria de orina, así es como se define la incontinencia urinaria. El 25% de las mujeres a partir de los 35 años, y el 50% a partir de los 65, según cifras del Observatorio Nacional de Incontinencia (ONI), se ven afectadas por esta patología que no sólo repercute a nivel higiénico y de salud, sino también en la esfera social de quienes la padecen.
La incontinencia se produce cuando la presión en la vejiga es superior a la presión en la uretra (el conducto de salida de la vejiga). Este trastorno puede deberse a distintos motivos: problemas con el músculo de la vejiga, alteración del esfínter externo (músculos del suelo pélvico), fallo del esfínter interno por relajación inapropiada o por combinación de los anteriores, etc.
Por eso, no todas las pérdidas tienen el mismo origen. Algunas suceden al realizar algún tipo de esfuerzo, como toser o estornudar; otras se acompañan de una sensación repentina e imperiosa de orinar y, en otras ocasiones, se pueden combinar ambas situaciones.
Por ello, decimos que existen los siguientes tipos de incontinencia urinaria.
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Incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE)
Se caracteriza por una pérdida de orina provocada por un aumento de la presión abdominal sobre la vejiga, que puede producirse al toser, estornudar, reír, hacer ejercicio o levantar peso. Es el tipo de incontinencia urinaria más frecuente y afecta principalmente a las mujeres. Por lo general, se debe a un debilitamiento de los músculos del suelo pélvico que puede darse durante el embarazo, el parto, la menopausia o por hábitos o prácticas perjudiciales para esta musculatura.
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Incontinencia urinaria de urgencia (IUU)
La incontinencia urinaria de urgencia se manifiesta como un deseo repentino, intenso e imperioso, acompañado de una contracción inmediata de la vejiga que conduce a la pérdida involuntaria de orina. Puede producirse varias veces a lo largo del día e incluso durante la noche.
Detrás de este tipo de incontinencia urinaria suele haber una vejiga hiperactiva, provocada por factores como una cirugía vaginal, la toma de medicamentos o el consumo de tabaco. Pero no sólo afecta a mujeres, también los hombres pueden padecer incontinencia urinaria de urgencia, especialmente aquellos de edad avanzada, y puede deberse a una disfunción a nivel del sistema nervioso que controla la vejiga.
Incontinencia urinaria mixta
Consiste en la coexistencia de las dos tipos de incontinencia urinaria mencionados previamente: de urgencia y de esfuerzo.
Signos de los dos tipos más frecuentes de incontinencia urinaria
Consulta al especialista:
Existe solución para cualquier tipo de incontinencia urinaria
Si sospechas que podrías padecer algún tipo de incontinencia urinaria, deja atrás los temores o la vergüenza, son muchas las mujeres que han pasado o están pasando por tu misma situación. Y cuando un problema tiene solución, debemos dar con ella.
Por ello, te animamos a que consultes a tu médico o acudas a una unidad de suelo pélvico, en la que un especialista te ayudará a definir y diagnosticar tu problema, y además te informará sobre las diferentes soluciones disponibles para tratarlo.
En nuestro Directorio de Especialistas puedes encontrar el más cercano a tu lugar de residencia.
Y, como siempre nos gusta hacer hincapié en la prevención, hoy lanzamos un llamamiento a todas aquellas mujeres que aún no hayan tenido hijos ni estén embarazadas y, por ello, puede que piensen que todo funciona correctamente en torno a su suelo pélvico.
A continuación, os dejamos una serie de puntos sobre lo que se considera “normal” en cuanto a la micción. Gracias a ello, podrás detectar cualquier hábito no saludable.
Cómo saber que no sufres ningún tipo de incontinencia urinaria
Cuando no existe ningún tipo de incontinencia urinaria y la micción es normal, se dan las siguientes características:
- Se produce un vaciado total de la vejiga. Si bien puede considerarse normal un residuo (cantidad que queda aunque se vacíe la misma) de 100-120 mililitros.
- Está espaciada en el tiempo. En circunstancias normales (si no hay disfunciones ni se toman fármacos que aumenten la frecuencia de micción), lo habitual sería vaciar la vejiga entre 6 y 8 veces al día (cada 2-3 horas). Por la noche, debería ser algo que suceda solamente de manera ocasional.
- La micción es voluntaria, pero también participan ciertos reflejos y estímulos del organismo.
- Existe una “fase de almacenamiento”, durante la cual la vejiga se va llenando de orina. Después, al producirse el estímulo, lo normal es que sucedan dos cosas: pasar voluntariamente a la “fase de evacuación”, produciéndose la micción; o bien, a pesar del estímulo, evitar voluntariamente el paso a la fase de evacuación, por el motivo que fuere, retrasando la micción.
Por último, nos gustaría recordarte que un entrenamiento regular de tu suelo pélvico puede ser la clave para evitar la aparición de una incontinencia urinaria de esfuerzo en el futuro, o para mejorar los síntomas si ya la padeces.
Esperamos que todo lo que te hemos contado sobre los distintos tipos de incontinencia urinaria te haya resultado útil.
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Además, te recomendamos que, si decides visitar a un especialista, le ayudes registrando tu actividad miccional. Si quieres puedes imprimir nuestro calendario miccional.
Además, te invitamos a que te unas a nuestro curso online de tonificación de suelo pélvico impartido por Laura Rojas, fisioterapeuta especializada en suelo pélvico y fundadora de En Suelo Firme.
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