Hoy contamos con una colaboración muy especial, la de Eduard Vilar, fisioterapeuta y osteópata especialista en Uroginecología, que nos va a hablar de un tema de gran interés para todos en la actualidad, los problemas de fertilidad, y de una alternativa poco conocida por el público general: cómo puede ayudar la osteopatía para quedarse embarazada y regular la menstruación. No te pierdas este interesante artículo sobre la osteopatía y embarazo.
Sin más preámbulos, os dejamos con él.
¡Aprended mucho y disfrutadlo más!
Actualmente nos encontramos con bastantes alteraciones del ciclo menstrual en la mujer. Esto causa muchas inconveniencias entre las cuales la más significativa puede afectar a la fertilidad.
Antes de saber cómo puede ayudar la osteopatía para quedarse embarazada y para la regulación del ciclo, vamos a entender un poco el proceso:
¿Qué es el ciclo menstrual?
Es el equilibrio hormonal generado por el eje hipotálamo-hipofisario-ovárico que genera cambios fisiológicos en los órganos sexuales de la mujer con el objetivo de la reproducción. Por tanto, nos referimos a que el ciclo menstrual se da en edad reproductiva porque ese es su cometido, la reproducción.
Es por tanto una cascada de acciones hormonales coordinadas que se dan entre el cráneo (hipotálamo e hipófisis) y la pelvis (ovarios, trompas y útero).
Su inicio se llama menarquia y coincide con la maduración de la mujer y acaba con la menopausia y el ocaso ovárico.
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¿En qué consiste la menstruación?
Se produce en tres fases: folicular, lútea y menstrual.
Fase folicular
Todo el proceso empieza con la fase folicular, que es la fase proliferativa del útero.
Se da cuando la hipófisis genera la hormona FSH (Hormona de estimulación folicular) que estimulará el crecimiento de los folículos en los ovarios.
Éstos reaccionan con la formación básicamente de estrógenos.
Fase lútea
Hacia el día 14 del ciclo (de 28 días) empieza la fase lútea, que es la fase de secreción del útero, donde la hipófisis aumenta la producción de la hormona LH (hormona luteinizante) que ayudará a que el óvulo sea expulsado del folículo y salga del ovario hacia la trompa (zona de fecundación).
Los ovarios reaccionan aumentado la producción de progesterona, preparando al endometrio del útero para una posible implantación del óvulo fecundado.
Fase menstrual
Si el óvulo no es fecundado, pasa de largo, cae la progesterona y empieza la menstruación.
Esta última fase menstrual se da entre el día 0 y el 7 del ciclo y corresponde al desprendimiento del tejido endometrial acumulado en el útero, conjuntamente con sangre y fluidos vaginales, dando la regla.
Aunque el ciclo menstrual es básicamente un equilibrio entre el cráneo (hipotálamo e hipófisis) y la pelvis (ovarios, útero y trompas), existen otras zonas importantes que actúan como moduladoras y ejercen también un papel fundamental. Básicamente son las glándulas tiroides y suprarrenales.
Alteraciones del ciclo más frecuentes
La osteopatía tiene incidencia sobre alteraciones relacionadas con la cantidad del sangrado y, sobre todo, con la alteración del ciclo.
La más evidente es la amenorrea que cursa con la ausencia de la menstruación (de más de tres meses) y causa la incapacidad de ser fértil. Pero también podemos encontrar excesivo sangrado o déficit del mismo, ciclos largos (de más de 32 días) y los ciclos cortos (de menos de 25 días).
Todas estas alteraciones las podemos relacionar con el ciclo menstrual anteriormente explicado y por tanto encontraremos la gran mayoría de problemas en el equilibrio cráneo pélvico.
Causas más comunes de las alteraciones del ciclo menstrual
Hay unas cuantas causas orgánicas derivadas de patologías donde la osteopatía no puede modificar el origen de la enfermedad y por tanto no puede ejercer cambios sobre la etiología. Pero eso no significa que no pueda mejorar la función.
Éstas son básicamente enfermedades relacionadas con la gestación, con alteraciones de la coagulación, endocrinológicas, tumorales, infecciosas, así como otras alteraciones del tracto genital.
Pero hay otras causas funcionales donde la osteopatía es especialmente muy efectiva ayudando a restablecer la función normal.
De éstas destacamos las alteraciones de la función por adherencias, cicatrices, cambios en la posición de las vísceras, alteraciones en las presiones intracavitarias, alteraciones del flujo sanguíneo o linfático, desequilibrios del sistema neuroendocrino y glandular, así como alteraciones del sistema estructural.
Cuando hay cambios en el ciclo o problemas de fertilidad sin causa aparente, o que no ha podido ser diagnosticada por el médico, acostumbran a ser causas funcionales y el éxito del trabajo osteopático aumenta considerablemente.
Una alteración emocional puede alterar la funcion del hipotálamo e incidir en el ciclo menstrual y en la fertilidad
Habitualmente las alteraciones uro-ginecológicas, sobre todo aquellas que cursan con dolor (como el Dolor Pélvico Crónico) y también aquellas que causan infertilidad, llevan asociado un factor emocional y psicosocial muy importante. Siempre se recomienda abordar el problema por todas sus ramas.

Como ya hemos comentado el hipotálamo es precursor de las hormonas hipofisárias que intervienen en el ciclo. Un estado emocional alterado genera cambios que influyen sobre el hipotálamo afectando a los precursores de las hormonas hipofisarias.
Cabe decir que aquí entra la importante gestión del estrés.
Hay diferentes hormonas precursoras, en la alteración del ciclo y la fertilidad, los cambios más importantes se producen sobre la Gn-RH (Hormona liberadora de Gonadotropinas) que estimula la liberación de la FSH y LH por la hipófisis, y como ya hemos visto son fundamentales para el ciclo de la mujer.
Pero también será importante la TRH (Hormona estimulante de la Tirotropa) que estimula la formación y secreción de la TSH (Hormona estimulante de la Tiroides) y de la Prolactina (aumenta para producir la leche materna).
La última precursora que nos interesa será la CRH (Hormona estimulante de la Corticotropina o Adrenocorticotropina), estimula la formación de la ACTH (Adrenocorticotrofina) que a su vez formará el Cortisol en las glándulas suprarrenales. Está muy presente en las situaciones de estrés, y por tanto en situaciones emocionalmente difíciles.
Es por esto que una alteración emocional puede alterar la función normal del hipotálamo (generador de las hormonas precursoras), por tanto, alterando la función de la hipófisis (generadora de las hormonas sexuales), el ciclo menstrual y la fertilidad.
Es interesante contemplar que, a parte de la FSH y LH ya explicadas, un aumento de la Prolactina (por el estrés) puede alterar el ciclo y llevar a la amenorrea.
Así también, que en estados de estrés aumenta la producción del Cortisol en las suprarrenales y esto puede afectar a los niveles de progesterona. Ésta es esencial para el ciclo menstrual, mantiene la temperatura del cuerpo un poco elevada y se encarga de la acumulación del tejido endometrial en el útero para que esté preparado a recibir un óvulo fecundado y que se fije así en él.
El Cortisol se forma a partir del colesterol y de la progesterona, por tanto su formación en masa puede afectar a los niveles de progesterona.
Abordar la parte emocional será muy importante tanto para la relación psicosocial como para los cambios fisiológicos producidos.
Qué es la osteopatía
El tratamiento osteopático se basa en la manipulación del cuerpo abordando los tejidos blandos así como las articulaciones con el fin de restablecer o equilibrar el funcionamiento normal del cuerpo.
Se realiza tanto a nivel estructural como a nivel visceral, teniendo efecto sobre todos los tejidos, siendo de especial interés el tejido conectivo (incluyendo los ligamentos viscerales y las fascias neurovasculares).
Es la única especialidad sanitaria que trata las tensiones craneales.
La osteopatía ve al cuerpo como una globalidad considerando todas las partes interdependientes, por tanto no solo será importante la zona a tratar sino todas aquellas que tengan relación directa o a distancia.
La base del tratamiento osteopático está en equilibrar el cuerpo a tres niveles:
- a nivel mecánico: equilibrar tensiones de las estructuras tanto estructurales como viscerales,
- a nivel fluídico: mejorar el aporte arterial así como mejorar el drenaje venoso y linfático,
- y a nivel neuroendocrino: mejorar la función del sistema nervioso autónomo -responsable de todas las funciones involuntarias del cuerpo como la digestión, el ciclo menstrual,…- y de los ejes hormonales).
Osteopatia para quedarse embarazada
Cómo puede ayudar la osteopatía para quedarse embarazada y regular el ciclo menstrual: zonas de acción sobre la patología ginecológica
Teniendo en cuenta los tres niveles a equilibrar, las zonas de tratamiento serán las siguientes:
Zona Craneal:
Relacionada básicamente con el sistema neuroendocrino. Esta zona es fundamental para mejorar la relación del eje hipotálamo-hipófisis, esto se consigue abordando las restricciones craneales y liberando las membranas craneales.
Estas membranas están en relación directa con la zona de unión entre el hipotálamo y la hipófisis (a través de una estructura que se llama “tienda de la hipófisis”). El tratamiento craneal ayuda a mejorar esta relación, a aumentar la correcta vascularización, a mejorar la armonía cráneosacra que permite energizar y balancear el Sistema Nervioso Autónomo.
Tiene beneficios para el estrés y la ansiedad y mejora las afecciones nociceptivas (sensación del dolor) relacionadas con la causa.
Por tanto, es una zona de especial atención en alteraciones del ciclo e infertilidad por ser la zona que contiene el hipotálamo y la hipófisis como productores de FSH y LH, y producción también de la Prolactina y el ACTH, que como hemos visto puede alterar la función normal relacionado con las causas emocionales.
Zona pélvica:
El sistema ginecológico tiene inserción directa o indirecta en la pelvis ósea. Por tanto, una restricción en la pelvis se traduce en una restricción y falta de movimiento normal de las estructuras internas.
El osteópata tendrá especial interés para eliminar posibles alteraciones o restricciones en el complejo osteo-articular pélvico.
La correcta función de las vísceras internas de la pelvis dependerá de su equilibrio, y éste depende de:
- el tono de la musculatura del suelo pélvico
- el equilibrio entre las tensiones de los ligamentos viscerales (ligamentos anchos, ligamentos uterosacros y ligamentos redondos)
- el equilibrio de las fascias importantes (fascias endopélvicas, Lámina Sacro-Recto-Genito-Pubiana,…), ya que a través de las estructuras fasciales se da toda la irrigación sanguínea de los órganos pélvicos,
- las presiones viscerales superiores (presión peritoneal), con todas sus vísceras abdominales.
Osteopatía para embarazadas
Todas estas estructuras marcarán la correcta posición del útero como estructura central y de las trompas y los ovarios de forma secundaria. Las tensiones estructurales pueden modificar la función y por tanto, liberar estas tensiones favorecerá la vuelta a la normalidad.
En la zona pélvica es importante valorar la posición uterina por su importancia en la fertilidad. La posición puede verse afectada por problemas colindantes y adherencias (ya sean postinflamatorias como quirúrgicas).
La restricción de movilidad será mucho más importante que la propia posición en la que se encuentra el útero y ambas afectarán a la función normal. Por ejemplo, un útero en retroversión (balanceado hacia atrás) si está móvil y libre no afectará a la fertilidad, mientras que si está con restricción de la movilidad y fijado en esa posición sí.
Por tanto, el osteópata especializado en uroginecología valorará las diferentes posibilidades de fijación del útero (“posición”, “versión” y “flexión”), para mejorar la relación entre el cuerpo y el cuello del útero para facilitar el paso de los espermatozoides, y la posición dentro de la pelvis, liberando o flexibilizando así las tensiones y adherencias.
También nos podremos encontrar alteraciones morfológicas que ocupan espacio dentro de la pelvis. Mejorando la relación de las estructuras se puede mejorar también la función.
Las mismas inflamaciones, infecciones y adherencias quirúrgicas pueden alterar de forma importante las trompas y, como es la zona dónde se produce la fecundación del óvulo por parte del espermatozoide, reducir considerablemente la fertilidad.
Las trompas también estarán relacionadas con el ligamento ancho, el equilibrio uteroovárico, el Sistema Nervioso Autónomo y el equilibrio fluídico. El trabajo osteopático ayuda a liberar adherencias sobre las trompas así como a mejorar su permeabilidad.
Los ovarios a su vez pueden presentar afectaciones fluídicas por tensiones mecánicas ya que la función hormonal depende de la fluídica en ambos sentidos. La correcta función dependerá del equilibrio de los ligamentos uteroováricos, de no presentar restricciones peritoneales, de que no existan compresiones intestinales, de que estén libres (el ovario izquierdo puede verse adherido al colon sigmoide y el derecho al ciego), de las tensiones uterinas y de las adherencias.
En la zona pélvica el osteópata trabaja las estructuras internas a través del tejido conjuntivo fascial que las une, de forma suave y respetando la tensión normal que estos presentan.
Zona toracoabdominal:
Es una zona importante a nivel de las presiones intracavitarias tanto a nivel torácico como abdominal y pélvico, ya que puede alterar mecánicamente y fluídicamente las zonas reproductivas.
Si existe mucha presión torácica puede afectar a la mala función del diafragma y a su vez a la presión abdominal. Esto se traduce en un aumento de presión por la parte superior en la zona pélvica y de sus órganos.
Justo debajo del diafragma, por la parte posterior del abdomen y pegadas a la parte superior de los riñones, se encuentran las glándulas suprarrenales (productoras del Cortisol entre otras). Una buena función del diafragma mejora el bombeo abdominal y de las glándulas.
A nivel vertebral en la charnela toracolumbar (zona de cambio entre las dorsales y las lumbares) se encuentran los nervios (del sistema ortosimpático) del Sistema Nervioso Autónomo que van a dar función a la vísceras pélvicas. Malas funciones vertebrales a este nivel también pueden afectar la función normal.
El osteópata podrá desbloquear está región si es preciso para mejorar dicha función.
Zona fascial cervical:
La fascia cervical media (de las diferentes capas fasciales que hay en el cuello) está en relación con la Glándula Tiroides y mejorar las tensiones de las fascias cervicales implica una mejora en la vascularización de la glándula y por tanto una mejor función.
Beneficios de la osteopatía
sobre las patología ginecológicas
Muchas de las patologías de la pelvis en general y ginecológicas en particular pueden mejorar total o parcialmente si se abordan con el triple enfoque, mejorar la parte mecánica, mejorar la parte fluídica (tanto de irrigación, drenaje venoso y linfático), y mejorar el eje neuroendocrino.
Por tanto, el tratamiento osteopático es muy efectivo para:
- la dismenorrea,
- la dispareunia,
- las alteraciones del ciclo menstrual,
- el dolor pélvico crónico,
- el síndrome de ovarios poliquísticos,
- la infertilidad funcional,
- el vaginismo,
- las vulvodinias
y es bastante efectivo en:
- endometriosis
- cistoceles,
- rectocele,
- además de servir como ayuda a la FIV.
Evidencia científica y fertilidad
En base a algunos de los estudios de osteopatía y fertilidad realizados hasta la fecha, la tasa el embarazo se encuentra entre el 60 y el 83%.
Kramp, M. J Am Osteopath Assoc. 2012, realizó un estudio sobre infertilidad funcional donde se realizó tratamiento a mujeres entre 28 y 41 años con diferentes antecedentes medico-quirúrgicos e intentado la concepción de 1 a 6 años. En este estudio hubo una efectividad del 60% con un máximo de 6 sesiones y todos los embarazos llegaron a término.
Kirchmayr, M. Vienna Sch Osteopath. 2002, también realizó un estudio sobre infertilidad funcional con mujeres de 25 a 40 años en el que definió las diferentes zonas afectadas (34% era una alteración estructural, 41% visceral y 25% craneal). La efectividad fue del 70% con un máximo de 7 sesiones.
Wurn, B. et al. Altern Ther Health Med. 2008, realizó un estudio sobre infertilidad funcional en la que la alteración era la falta de permeabilidad por oclusión bilateral de las trompas de falopio. El 42.8% eran de oclusión proximal, el 21,4% de oclusión distal, el 17,8% de oclusión medial y el 17,8% eran oclusiones combinadas. Las mujeres tratadas tenían entre 26 y 43 años. La efectividad fue del 53% con 20 horas de tratamiento y sólo un embarazo no llegó a término.
Wurn, B. et al. Med Gen Med. 2004, realizó un estudio sobre como mejorar la efectividad de la fertilización in vitro (In Vitro Fertilization -IVF) en mujeres de 25 a 45 años. La efectividad fue del 71% (100% de las mujeres entre 25 y 30 años y el 63,6% de las de 31 a 45 años) y sólo un embarazo no llegó a término.
Wurn, B et al. 2006, realizaron un estudio piloto para evaluar la efectividad de la terapia manual en mujeres que habían fracasado en dos o más IVF con una media de edad de 35,1 años. La efectividad fue del 71% y de ellas un 57% llegó a término.
Mercier, J, Miller, K. Midwifery Today Int Midwife, 2013, realizaron un estudio para evaluar la efectividad de la terapia manual en diferentes procesos de fertilización (natural, IVF y la combinación de clomifeno e inseminación intrauterina) en mujeres de entre 28 y 42 años. Fueron un máximo de 12 sesiones y la efectividad total fue del 83% de las cuales el 80% sólo realizó terapia manual, el 15% con IVF y terapia manual y el 5% con la combinación de clomifeno, inseminación intrauterina y terapia manual.
Conclusión
La osteopatía es un buen tratamiento para las alteraciones del ciclo y la infertilidad funcional (60-83%), mejorando la tasa de embarazo con pocas sesiones y por tanto con un coste muy bajo para la paciente. Es un buen tratamiento complementario en los procesos de IVF (66-75%), siendo también pocas la sesiones necesarias.
Los tratamientos osteopáticos no tienen efectos secundarios y todas la mujeres tratadas lo recomendarían.
Faltan más estudios que sigan respaldando los buenos resultados obtenidos hasta la fecha.
Osteopatía uroginecológica
No todos los osteópatas están especializados en osteopatía uroginecológica y fertilidad, para unos resultados óptimos es aconsejable buscar a osteópatas que tengan estas especializaciones.
Anotación final importante sobre el intrusismo en osteopatía
Actualmente la osteopatía está en proceso de ser regulada en España, mientras que en países como Estados Unidos (de donde procede), el osteópata es médico y está considerado como tal.
Esta situación ha facilitado que, por falta de regulación, hay muchas personas que han realizado algún curso de osteopatía y dicen que son osteópatas.
Como no está regulado aún, no se puede luchar contra este intrusismo que atenta claramente contra la salud del paciente y contra el nombre del osteópata y de la osteopatía.
Desde estructuras como el ROE (Registro de Osteópatas Españoles) se está luchando para conseguir dicha regulación y que estas personas no puedan seguir utilizando el nombre de la osteopatía y proteger así a sus posibles pacientes.
La salud tiene que ser preservada por profesionales de la sanidad oficialmente titulados.
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Eduard Vilar Orellana es fisioterapeuta y osteópata D.O especializado en Uroginecología y Fertilidad. Es ponente, profesor universitario (FCS Blanquerna, URL y UIC tanto en grado como en posgrado y máster) y profesor de Cursos de formación para fisioterapeutas de Dolor Pélvico Crónico, Obstetricia y Fertilidad, además de dirigir KINEVILAR Osteopatia y Fisioterapia.
Le puedes encontrar en su página web: KINEVILAR Osteopatia y Fisioterapia y a través de estos medios: Email: info@kinevilar.com, Facebook: https://www.facebook.com/kinevilar.osteopatia, https://www.facebook.com/kinevilar y Twitter: @KINEVILAR
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